
En la vida diaria, cometer errores es parte de la experiencia humana. Todos, sin excepción, hemos fallado alguna vez, ya sea en decisiones personales, laborales o incluso en pequeños actos cotidianos. Sin embargo, a pesar de que errar es natural, aceptar esos errores no es tan común. Muchas personas evitan reconocer sus fallos por orgullo, miedo al juicio o simplemente por negación. Esta actitud impide el aprendizaje y limita el crecimiento personal.
Curiosamente, en el béisbol —un deporte profundamente meticuloso— los errores no sólo se aceptan, sino que se registran de forma oficial. Cada fallo cometido en el campo queda documentado en el box score, esa hoja de estadísticas que resume cada jugada del partido. El error no se esconde ni se minimiza; al contrario, se vuelve parte de la historia del juego. Es una lección interesante: en ese contexto, el error tiene un valor, una utilidad, y se asume con naturalidad.
Este enfoque contrasta con la vida fuera del deporte, donde muchos prefieren disimular sus equivocaciones. Para reflexionar más sobre este tema y entender cómo los errores forman parte del proceso, puedes escuchar el nuevo episodio del pódcast “La Pelota es Redonda”. Allí se abordan estas ideas desde la perspectiva del béisbol
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